viernes, 18 de diciembre de 2015

Necesidad de más (la voz del ego)

El creer que necesitamos cada vez más es debido al ego. Nuestro ego necesita demandar para sentirse satisfecho provisionalmente. Pero tras un deseo cumplido, viene otro por satisfacer. Y es que las expectativas del ego son altas y continuas. Eso provoca que nos sintamos identificados con las modas, con los objetos, con cosas materiales que creemos que van a procurarnos la felicidad y el respeto de los demás. Sin embargo, la verdadera felicidad tiene que ver con las cosas sencillas, con lo esencial, con lo imprescindible, con lo básico y dista mucho de la superficialidad, el apego al materialismo o el dejarse influenciar por las opiniones o comentarios. Ocuparnos de nosotros y centrarnos en nuestro autoconocimiento nos aportará mucho más de lo que imaginamos. ¿Cómo vamos a saber lo que necesitan los demás, si no somos capaces, primero, de conocernos a nosotros mismos? Conocerse a uno mismo es un requisito para saber lo que verdaderamente necesitan los demás, aunque eso no implica que a nosotros nos corresponda hacer lo que realmente les corresponde a ellos como tampoco debemos esperar que los demás hagan lo que nos corresponde a nosotros. Ocuparse de uno mismo sin perjudicar a los demás implica no olvidarse de uno mismo algo que, inconscientemente, solemos hacer cuando vivimos pendientes del exterior y nos dejamos engullir por él sin darnos cuenta.  



Conocernos no es egoísmo sino autoestima y eso pasa por conocer nuestros límites y ser conscientes de nuestras cualidades y nuestros defectos. Tratar de pulir nuestros aspectos negativos para no repetir errores nos fortalecerá como individuos, mejorará nuestra personalidad y nos convertirá en más humanos: conscientes de nuestras verdaderas necesidades y, por ende, de las de nuestro entorno. Pero acumular propiedades, objetos, méritos académicos sin casi disfrutarlos nos obligará a competir, a ir deprisa, a tratar de avanzarnos a los demás y a veces pisotearlos y todo por demostrar que somos mejores en todo. Con esta actitud no nos damos cuenta de que nos esclavizamos a nosotros mismos y no llegamos a conocer lo importante: nuestro interior, allí donde reside lo que verdaderamente somos, no lo que creemos ser o deseamos llegar a ser. A veces, el tratar de forzar las situaciones para satisfacer nuestros sueños o expectativas puede llegar a resultar muy alto. 

Autora texto e ilustración: María Jesús Verdú Sacases
Texto e ilustración inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual          

14 comentarios:

PEPE LASALA dijo...

Bien diferente es el ego de la autoestima, es lo blanco y lo negro Mª Jesús. De todo corazón y en las fechas que se aproximan te deseo FELIZ NAVIDAD. @Pepe_Lasala

EL AVE PEREGRINA dijo...

Mª Jesús, nos dejas una gran reflexión...muy al tono para lo que acontece en este momento...Mal consejero es el ego...altera y destruye, nos hace inconformistas...cegando nuestro adentros. Ojeemos a nuestro alrededor...confrontemos y reflexionemos una y otra vez...midamos la compostura y rectifiquemos...Hay tanta necesidad ajena y somos tan romos...
Gracias por esta entrada que espero que haga reflexionar...
Feliz Navidad.

Un abrazo.

Gabriela dijo...

Tus palabras me han dejado pensando y reflexionando, en un buen momento para pensar y reflexionar.

TORO SALVAJE dijo...

Que pases unas buenas fiestas.
Y que seas muy feliz.

Besos.

Carmen Rosa dijo...

También quería dejarte mi saludo desde acá y desear que el espíritu de la Navidad te acompañe siempre por donde vayas y te permita disfrutar con tus seres queridos. Un fuerte abrazo y todo mi afecto!

Josefa dijo...

Buen texto para reflexionar sobre nosotros mismos@.
Un abrazo con savor Navideño.

Kasioles dijo...

Aún llego a tiempo para desearte una feliz salida y entrada de año con todos los tuyos.
Cariños en el corazón.
kasioles

Milena dijo...

Feliz año nuevo, que te sea bien próspero!

ametsak dijo...

Gracias por tu visita!
Feliz año!

Franziska dijo...

Primero quiero darte llas gracias por tu felicitación a la que me ha sido imposible corresponder hasta este momento. Ha sido todo un detalle.

He leído con mucha atención tu entrada que es muy instructiva y que si todos lo tuviéramos en cuenta, mejor nos iría. Yo que me he jactado de buscar la verdad, tengo que reconocer que no disponía de tiempo para pararme a reflexionar y asi, claro está, no es posible ese hallazgo. En este momento de mi vida -de una vida que se está ya agotando- sigo haciendo, como siempre, más cosas de las que puedo hacer y así no hay manera para pararse a pensar. Me relajo muy bien pero estoy siempre con tantas prisas que no le dedico ni unos minutos al día aún cuando soy consciente de lo bueno que sería. Ya ves, este es el cuadro que presento a mis 81 años. No sé cuando voy a sentar la cabeza o mi ego me va a dejar en paz.

Un abrazo muy fuerte y mis mejores deseos para este 2016 del que ya hemos empezado a disfrutar. Franziska

Ricardo Tribin dijo...

Excelente post, querida Ma. Jesus.

Alguien dice que " Las expectativas son resentimientos anticipados".

Un abrazo!!

carmen estany dijo...

Entro en tu blog por medio de nuestra amiga Josefa,Me ha gustado mucho este escrito-reflexión.Sin duda es importantísimo conocernos,tanto para frenar vicios como para potenciar virtudes.Decía un santo actual:prométeme diez minutos de reflexión cada día y yo te prometo la santidad.Da la impresión de que ha de ser fácil ,pero cuando te lo propones, ves que es trabajo arduo, porque la voluntad es floja.
Un escrito para tener en cuenta

martinealison dijo...

Bonjour chère amie,

Il est bon de se remémorer toutes ces belles pensées et d'en tirer profit !... J'aime beaucoup les illustrations qui accompagnent vos bons mots.

Je vous embrasse affectueusement,

Gros bisous ♡

Kasioles dijo...

Vengo a agradecer tus letras, a desearte un buen fin de semana y enviarte mis cariños en un fuerte abrazo.
kasioles