sábado, 22 de noviembre de 2014

El perdón según los ángeles y las hadas

El perdón es una herramienta para sentir nuestras alas de libertad y despojarnos de cargas absurdas que todavía seguimos arrastrando. Son cargas que nos hunden más y más en el fango de nuestra prisión mental donde el ego se complace en someternos sin percatarnos de ello. 

Con el perdón llega la comprensión de las actitudes ajenas y la consideración por quienes nos dañaron o, al menos, pensar en ellos con respeto y compasión. Esta nueva visión provoca cambios de comportamiento no sólo en nosotros sino en los demás. Se trata de una actitud que nos ennoblece y que nos hace humanos.

 Imagen registrada en Safe Creative*
 

Los destellos del del corazón de una hada o de un ángel emiten vibraciones de compasión y amor incondicional por todos los seres vivos especialmente porque tienen la facultad de mirar sin juzgar desde su ser directamente al interior de emociones ajenas humanas que necesitan ser sanadas y transformadas para su mayor bien y evolución. Por tanto, abrirse a esos seres de luz posibilitará un cambio interno con efectos proporcionales en la realidad exterior.

Sentir su abrazo de luz resulta una bendición que nos abrirá a una nueva percepción del mundo y sobre todo a un arraigo del poder de la imaginación en la semilla de cada una de nuestras experiencias.

Autora texto e ilustración: María Jesús Verdú Sacases
Texto inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual
Técnica ilustración: Pastel
Texto extraído de mi libro de descarga gratuita: Reflexiones de Hadas y Ángeles de Bubok Editorial
Reflexiones de Hadas y Ángeles
    

viernes, 15 de agosto de 2014

Los niños y los animales (2)



Los niños tienen una sensibilidad especial cuando eligen a sus mascotas. Entre sus mascotas y ellos existe un lazo que a veces parece mágico. De hecho, cuando los niños eligen a sus mascotas, la mascota percibe al niño como a ese ser que va a formar parte de su vida y desde que ve al niño, adopta ante él una actitud de simpatía, juego, seguridad y ternura para cautivar al niño. Esta actitud incita al niño a elegirla aunque sorprendentemente a veces parezca que sea la mascota quien haya elegido al niño, teniendo en cuenta su actitud. De hecho, mascotas que en su grupo originario animal mantienen actitudes solitarias o de timidez, ante el niño, que ellas intuyen que va a ser su nuevo compañero, se sienten completamente integradas, seguras, protegidas y a salvo sobre todo cuando el niño las toma en brazos. Cuando el niño a primera vista sabe que ésa va a convertirse en su mascota puede ser que le encuentre al instante un nombre tan idóneo, que incluso sorprenda a los adultos la sabia y rápida elección del niño. Empieza entonces un lazo entre el niño y el animal que va a marcar a ambos y donde van a compartir entrañables momentos de juego y de compañía. 

Las mascotas, sobre todo, los perros son fieles amigos que no guardan rencor y que darían la vida por sus amos: los niños y los adultos. 




Los animales nos enseñan lecciones de vida, empezando a no juzgar pero aunque no puedan hablar, su inteligencia hace que siempre encuentren el modo para comunicarse con el niño. Estar con su mascota va a hacer que el niño se sienta bien y aprenda a compartir. Los animales domésticos constituyen un regalo para nosotros y por eso estar con ellos resulta tan gratificante al sentirnos acompañados y protegidos. Sin embargo, los animales salvajes que viven en plena naturaleza también son un regalo para la humanidad la cual debe velar por ellos y por su hábitat. 


Autora texto e ilustración: María Jesús Verdú Sacases
Texto inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual
Técnica ilustración: Pastel

sábado, 8 de febrero de 2014

Los niños y los animales


Los niños mantienen una relación especial con sus mascotas, compartiendo juegos y momentos, algunos de los cuales seguirán recordando incluso en la edad adulta. La simpatía de muchos animalitos los hace conectar con el alma de los niños y mantiene viva su relación. De hecho, hay mascotas que mantienen un lazo mucho más afectivo con los niños pues su corta edad los mantiene en la inocencia, en la alegría y en el ahora, algo que los animales domésticos también experimentan.

Safe Creative #1402080100455
 

Lo que más suele gustar a los niños es estar con sus mascotas desde que éstas son unas crías y experimentar junto a ellas el crecimiento, algo que les unirá y creará lazos afectivos relevantes. De hecho, las crías de los animales son afectuosas, necesitan protección, rezuman dulzura y les encanta jugar. Suelen tener tanta energía como los niños y esto crea un punto en común que les convertirá en amigos. De este modo, los niños aprenden a interactuar con los animales, a ser responsables de ellos y a conocer sus necesidades. Además, se comunicarán entre ellos con un lenguaje especial, propio en el que la creatividad y la afinidad hará que se arraiguen tanto en el ahora que, a veces, no serán conscientes del paso del tiempo que ambos comparten con agrado.

Estar con animales es una manera de aprender a trabajar en equipo, de mostrar los sentimientos, de dedicarnos a los demás, de ser compasivos y tolerantes y sobre todo de disfrutar del lado más simpático de la vida que los niños conocerán a través de sus animalitos.

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Los animales no son rencorosos, por eso, nos enseñan amor incondicional y el verdadero sentido de la amistad. Aunque no hablen nuestro lenguaje no por eso dejan de prestarnos atención cuando les hablamos y les miramos y, sorprendentemente, nos entienden pues algunos animales son muy inteligentes y su instinto les conduce a ser muy receptivos, comunicativos e intuitivos. Todos recordamos a nuestras mascotas cuando éramos niños, ellas nos hicieron sentir mejor, compartiendo experiencias que siempre formarán parte de nosotros y que nos convirtieron en individuos más íntegros, abiertos y comprensivos.


Autora texto e ilustración: María Jesús Verdú Sacases
Texto inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual
Técnica ilustración: Acuarela