miércoles, 25 de noviembre de 2009

La valía en la vida






La valía y el potencial interior afloran de forma espontánea, cuando nos detenemos a pensar en aquello que nos hace sentir bien. Se trata de autoexplorarnos emocionalmente a fin de preguntarnos qué dotes y talentos podemos desarrollar en armonía con nosotros mismos y con nuestro entorno. Es, en definitiva, cuando nos encontramos a gusto con nosotros mismos en el desarrollo de actividades que nos hacen sentir vivos y útiles, que nos gratifican y nos nutren.

Desplegar nuestras posibilidades y ponerlas a trabajar es todo un reto, que nos permitirá sentirnos identificados con nosotros mismos y con nuestro entorno, y en el que nos sentiremos alentados y fortalecidos antes los posibles obstáculos que puedan presentarse.

Los elementos que posibilitan la manifestación de nuestra valía son:


La impresión de que perdemos la noción del tiempo, mientras canalizamos la fuerza de nuestro potencial y de nuestras cualidades y habilidades más preciadas.
  • La motivación.
  • El entusiasmo.
  • La flexibilidad y la interacción.
  • Las ganas de innovar y de superarse.
  • La seguridad y la confianza en uno mismo.
  • La agradable sensación de experimentar una libertad interna y sobre todo de que estamos en el camino correcto.
  • La plenitud y la satisfacción que conlleva su puesta en práctica.